Un Sueño
Yo y mi primo Adrián estamos vestidos justo para la ocasión: chancletas y shorts de baño, ¿Acaso alguien necesita mas en un día como el de hoy? Sin darme cuenta, sin saber donde estoy me veo cagándome de risa yendo directo a una pileta, bastante grande por cierto. Con nosotros va alguien, no lo conozco o no lo quiero reconocer. Gordo él. Los tres caminamos despreocupados y tranquilos, con paso firme y seguro a través de una pasarela rodeada de pasto y personas que parecían estar observándonos insistentemente, quizás molestos por ese típico ruido de la juventud que no dice nada pero grita de manera directamente proporcional a la edad de los receptores. Ya al borde de la pileta caemos al agua rendidos por un calor agobiante que ni respirar permite. Una vez en el agua, fría y refrescante, parece que el calor es solo un síntoma del recuerdo. Ya lejano. Hablando despreocupadamente y viendo mujeres pasa el tiempo sin que lo notemos correr. Se puede decir que estoy contento, sin preocupacione...